miércoles, 28 de octubre de 2020

 

Creciendo y Desarrollando

Dale a tu cuerpo lo que necesita

Si bien el ser humano termina de crecer en la adolescencia, es importante recordar que en el primer año de vida y durante la adolescencia son los momentos en que nuestra superficie corporal aumenta considerablemente y por lo tanto los nutrientes, es decir la materia prima de esto se vuelve fundamental.

El calcio, el hierro, las proteínas y las vitaminas son nutrientes específicos que ayudan en el crecimiento corporal. Por tanto, debemos de buscar aquellos alimentos que las contengan para un desarrollo adecuado. En sí, más que los alimentos, son los nutrientes los que desempeñan este rol. Sin embargo, la clave de un correcto desarrollo del organismo, tanto físico como mental, es una alimentación variada y equilibrada y, sobre todo, en cantidades suficientes, no de más.

En el adulto, el crecimiento está muy ligado a la genética: los genes marcan nuestra estatura final. No hay evidencia científica de que una persona pueda aumentar su estatura una vez pasada la pubertad. No obstante, sí se pueden seguir unas correctas pautas nutricionales que ayudan al organismo a reparar tejidos, crearlos nuevos, mejorar el alargamiento muscular y fortalecer los huesos.

Alimentos para crecer

La clave del crecimiento está en los músculos y en los huesos. Por esta razón, para incentivar su crecimiento, es fundamental una dieta rica en calcio, fósforo y magnesio. Las proteínas y los hidratos de carbono, como nutrientes más complejos, son también de vital importancia para asegurar el crecimiento del organismo.

La infancia y la pubertad son las dos etapas en las que se experimenta el crecimiento, de ahí que las necesidades de nutrientes sean fundamentales para niños y adolescentes. No obstante, los alimentos para crecer deben tenerse en cuenta durante toda la vida, ya que el cuerpo humano no deja nunca de cambiar. En esta época del año (verano) las curvas de crecimiento en este grupo de personas es aumentada; es decir que los adolescentes crecen más en verano.

Proteínas. Este nutriente resulta esencial para el crecimiento, por lo que nunca debe faltar en la dieta diaria, ni de un niño, ni de un adulto. Alimentos como la carne de pollo, los lácteos (queso, leche o yogur) y el huevo son de vital importancia. Su principal función es la formación de tejido nuevo, pero, además, al ser ricos en aminoácidos, se ocupan de estimular la hormona del crecimiento (triptófano, arginina, lisina y tirosina), sobre todo en los más pequeños. Y no le haga caso a esas personas que dicen que los lácteos son malos y argumentos absurdos; si lo fueran ya nos hubiésemos extinguido hace mil años.

Los Carbohidratos. Este grupo de alimentos es el encargado de proporcionar energía al cuerpo y de preservar a las proteínas para que puedan realizar sus funciones de manera correcta. Se aconsejan los hidratos de carbono de absorción lenta, los azúcares complejos (cereales integrales, legumbres, verduras) y, como azúcares rápidos que aportan la energía de manera instantánea: la fruta.

Grasas insaturadas. Las grasas son importantes para el organismo, puesto que son las responsables de proteger el sistema cardiovascular y forman parte de las membranas que recubren los órganos. Se recomienda consumir frutos secos, aceite de oliva o vegetal y todo tipo de semillas.

Agua. El agua es fuente de vida; sin ella, esta es imposible. Además, abastece a los músculos cuando aumentan de tamaño, de modo que nunca puede faltar. Beber dos litros de agua al día es suficiente para cubrir las necesidades del organismo.

Vitaminas. Son responsables en gran medida de la reparación tisular (intercambio gaseoso entre la sangre y los diferentes tejidos del cuerpo). Participan en el metabolismo energético (obtienen energía) y actúan también en la síntesis de colágeno. Las siguientes son las principales vitaminas responsables de un correcto crecimiento y los alimentos donde se acumulan: alimentos como los cítricos, fuente de vitamina C; las verduras frescas, fuente de vitamina A; el aceite de oliva, fuente de vitamina E; las carnes, leche y yogures, fuentes de vitaminas del grupo B; o el huevo y el pescado, fuentes de vitamina D.

Minerales. Calcio, fósforo y hierro son imprescindibles para un buen crecimiento. El calcio se halla en la leche y sus derivados, las legumbres, el pescado y los frutos secos. El fósforo se encuentra en estos mismos alimentos y en la carne. El hierro está presente en verduras de hoja verde, legumbres, carne y cereales integrales.

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