lunes, 19 de septiembre de 2011

la dulce tentación



LA DULCE TENTACIÓN
La mayoría de regímenes de adelgazamiento tienen tropezones por las llamadas “tentaciones alimentarias”; traduciendo este término, es que en el caso de una dieta se podría terminar en un arrebato gastronómico que va de una simple probadita a comerse una torta entera.
Es aquí cuando el paciente llama “pecado” a su trasgresión alimentaria; pero hay que siempre ser claro con él y diferenciar los términos; es muy importante la diferenciación entre “tentación” y “pecado”. La tentación no es pecado. La tentación es anterior al pecado. El pecado es el consentimiento de la tentación. Así que no es lo mismo ser tentado que pecar. Todo pecado va antecedido de una tentación, pero no toda tentación termina en pecado; y es allí donde hablando de alimentación debemos ser claros, la tentación vendría a ser “las ganas de comer” y el pecado sería “me lo comí”; bueno pues hay una gran diferencia entre uno y otro.
Hacia donde debemos fijarnos es a la tentación o a las ganas de comer algo, hay que no solo enfocarnos a las estrategias al respecto sino también evaluar que tipo de paciente es al que tenemos al frente.
Existen varios tipos de pacientes que enfrentamos en el tema de la tentación:
1. El paciente dulcero que por lo general es Mujer, casi el 70% de pacientes mujeres sucumbe ante el dulce; la tentación es una buena torta o un apetitoso chocolate.
2. El paciente ansioso, aquel que no soporta la palabra “dieta” en su vida y cree que todos están en su contra a la hora de bajar de peso; este generalmente encuentra a la famosa “Eva” que lo tentará no con una manzana sino con algo que sabe que le gusta y lo hará romper su régimen.
3. Los adolecentes colegiales, quienes tienen la tentación día a día en la escuela debido a la influencia de la comida chatarra y la publicidad agresiva.
4. El comedor compulsivo, que es capaz de comer cualquier cosa sin discriminar calidad ni cantidad; este es el popular tragón. Este paciente tiene la tentación no en forma física sino en su cerebro ya que él piensa y visualiza la comida.
La palabra dieta es todo aquello que conforma nuestra alimentación diaria, estructurar una dieta saludable y crear hábitos de alimentación apropiados es algo bastante difícil para la mayoría de nosotros, en especial gracias a las tentaciones que están por doquier, desde el compañero de trabajo que come mal, la publicidad en las calles con paneles gigantescos que nos recuerdan que una hamburguesa con papas fritas son apetitosas y están en oferta, en la televisión que casi el 80% de publicidad está orientada a la comida. Las dietas de adelgazamiento se echan a perder por culpa de los arrebatos de hambre que se presentan entre horas y que se sacian con alimentos demasiado calóricos más no necesariamente por los alimentos “tentación”.
Aquí es donde debemos diferenciar mucho la estrategia de atacar a la temida tentación…….…el hambre. El hacer un plan de alimentación no debe ser hambreador con el paciente; se ha demostrado que en ese tipo de dietas carenciales y faltas de recursos hacen que el paciente caiga definitivamente a la tentación ya que no solo está antojado sino que está muerto de hambre.
En un régimen dietético para bajar de peso es indispensable:
1. Comer varias veces al día; esto evitará picar entre comidas.
2. Tomar buenas cantidades de agua
3. Tener alternativas para el paciente dulcero y el que no lo es. Postres dietéticos o algún snakcs muy bajo en calorías.
4. Evaluar constantemente al paciente para ver en donde está fallando, ya sea en los días o algún horario
5. Ser lo más variado en los menús al escoger, la comida rutinaria va a hacer que el paciente caiga una y otra vez por lo aburrido de su dieta
6. Soporte familiar; es muy importante que las personas que rodean a la persona que quiere bajar de peso no sean elementos perturbadores comiendo alimentos delante de él y que le provoque.
ACLARACIONES PREVIAS
Es muy importante hablar con el paciente que tenemos delante; él ya llega con muchos prejuicios a la hora de querer hacer un régimen para bajar de peso:
1. Me va a doler la cabeza
2. Me voy a poner de mal humor
3. No voy a poder dormir
4. Me va a faltar la concentración
5. Me voy a sentir débil.
Estas frases representan casi el 80% de respuestas inmediatas a la hora de bajar de peso; pues bien estas son solo excusas pues nada de esto es cierto………….todo es falso.
Ni dolor de cabeza, ni debilidad, ni nada; puede parecer radical mi respuesta, pero porque estas respuestas solo la encontramos en un grupo de personas que habitualmente según ellas “viven haciendo dietas”, pues es por eso mismo; la respuesta es la misma: si vives haciendo dietas es porque en realidad nunca hiciste nada por bajar de peso y mejorar tu salud; simplemente entraste en periodos carenciales de comida que fue lo que te puso de mal humor y al final ante cualquier tentación empezaste a comer mal nuevamente y buscaste otra dieta absurda de internet, y otra y otra y otra. Para perder peso o mantenerse en el peso ideal es necesario alimentarse de manera apropiada, todo lo que comemos influye en lo que somos y muy especialmente en nuestro peso.
LA PALABRA CLAVE: CAMBIO
Antes de preocuparnos por los cambios que serán necesarios en nuestra alimentación y hábitos de actividad física, es importante pensar en la “actitud” con que encararemos estos cambios. Al elegir cambiar la alimentación: ¿te sentirás presionado por lo que te parecen prohibiciones difíciles de cumplir; o tendrás la motivación de estar dando un paso importante para estar mejor?
Las actitudes apropiadas son fundamentales para mantener en el tiempo los buenos hábitos al comer, cambiar nuestra actitud hacia la alimentación y el peso puede ayudarnos a detectar los problemas y enfrentar mejor los desafíos. La actitud es la diferencia entre el éxito y el fracaso al pretender mantener una alimentación saludable. La tentación siempre va a existir, con dieta o sin dieta; el problema real es que las personas lo notan más cuando hacen dieta, ya que el alimento de ser un simple elemento provocador pasa a ser algo prohibido.
EVITAR HABLAR DE COMIDA
Con frecuencia una persona que empieza un régimen para bajar de peso y anda pregonándolo por ahí, lo único que va a conseguir con esto es que todo el mundo le recuerde que esta a dieta y que no puede comer tal o cual comida. Es importante evitar todo aquello que nos haga tambalear la voluntad.
1. No hablar de comida; esto podría desencadenar una descarga insulinica y terminaremos teniendo hambre.
2. Mantenerse ocupado en actividades que no tengan que ver con comida; sería un disparate ponerse a tomar clases de cocina por ejemplo.
3. No intentes exponerte a situaciones de riesgo con la comida para probarte.
4. La comida tiene su lugar: la cocina; no el escritorio, ni el auto, ni la mesa de noche, etc. Es importante no guardar esas tentaciones en lugares inadecuados.
La actitud positiva no sólo te ayudará a mantener alejadas las tentaciones sino también a no castigarte cuando las cosas no salen bien. Tentarse es humano, pero darse un gusto de vez en cuando también lo es. Lo importante es tener claro cuáles son tus objetivos y no darte por vencido ante el primer tropezón.