¿Barriga o panza?

¿gordo o barrigón?

Muchas personas al subirse a una balanza se confían por el número que ven ahí y  mas aun cuando en una consulta médica están dentro de un Indice de Masa Corporal adecuado; sin embargo, durante años muchos médicos estamos luchando contra ese viejo concepto ya que por tener un Índice de Masa Corporal (IMC) normal, uno “ no necesariamente”  puede considerarse sano y libre de riesgos. De hecho en los últimos años se ha estudiado que el perímetro cintura-cadera por encima de ciertos número eleva el riesgo cardiovascular y de diabetes, pero este, por primera vez, ha cuantificado el riesgo de muerte según últimos estudios.

De que números hablamos?

Después de muchos estudios se ha determinado que un IMC adecuado con un perímetro abdominal adecuado son la solución al problema a la hora de hablar de “Factores de Riesgo” tanto metabólico como cardiovascular.

• En la mujer el perímetro abdominal debe ser inferior a 88 cm (en caso de que no haya embarazo).
• En el hombre, el perímetro abdominal no debe sobrepasar los 102 cm.
• Una mujer tiene obesidad abdominal si tiene un perímetro abdominal superior a 88 cm.
• Un hombre tiene obesidad abdominal si tiene un perímetro abdominal superior a 102 cm.

La popular  barriga cervecera que aparentemente es inofensiva es mas perjudicial que el mismo peso; y es que no toda la grada es igual; la grasa abdominal o visceral que es la que rodea los órganos,  es metabólicamente más activa y se relaciona con un aumento de la resistencia a la insulina y diabetes, un aumento de marcadores inflamatorios y un peor perfil lipídico. En definitiva, es un marcador clínico del síndrome metabólico, que se caracteriza por la presencia de múltiples factores de riesgo cardiovascular y un gran aumento de la mortalidad.

El que nació para panzón, aunque lo fajen de chico

Es cierto que la distribución de la grasa depende de múltiples factores como la genética, el ambiente hormonal como por ejemplo, es más frecuente en hombres, y en mujeres después de la menopausia; no obstante, un estilo de vida poco saludable, el sedentarismo, una ingesta de alimentos poco adecuada y el alcohol son los que más ayudan a esa barriguita cervecera que tanto daño le hace a la salud.

Que hacer?

No solo si es aficionado a la cerveza debería dejarla, hay que abordar el problema desde el punto de vista multidisciplinario y cambiar nuestros hábitos de vida:

1. Coma muchas verduras y frutas:

2. Camine lo más que pueda y como mínimo, 150 minutos a la semana de ejercicio aeróbico,

3. Aléjese lo mas que pueda de la computadora y la tablet.

4. Visite al médico regularmente.

Ajuste el cinturón o la correa

El ajuste real empieza en la boca; aprender a discriminar alimentos saludables es muy sencillo; la información la encontramos por doquier y es su médico el que se encargará de brindársela adecuadamente personalizando su problema y solucionando en forma definitiva; he aquí algunos alimentos que debería ya estar consumiendo:

•        Cereales de grano entero o integrales.

•        Frutas (tres o más raciones al día).

•        Verduras y hortalizas (al menos, dos raciones diarias).

•        Aceite de oliva.

•        Carnes blancas (pavo, pollo y pescado)

•        Legumbres en todas sus variedades (dos o más raciones semanales).

•        Frutos secos y semillas en forma natural, sin añadidos de azucar ni miel.

•        Lácteos descremados o sin grasa.

Coma raciones moderadas preparando sus alimentos al vapor, al horno, a la parrilla o ala plancha,  evitando freír los alimentos; y sobretodo beber buenas cantidades de agua. Recuerde que esa grasa abdominal es muy perjudicial para su salud y no necesita tener un vientre plano ni marcado; simplemente no exceda esos números que mencione y ya hizo mucho por su salud.