lunes, 11 de julio de 2011

Adicción o compulsión alimentaria?



¿SE PODRÍA CONSIDERAR A UN COMEDOR COMPULSIVO UN VERDADERO “ADICTO”?

En realidad el tema es muy discutible, a pesar de que como médicos tratamos muchos tipos de adicciones como las drogas y el alcohol, cuando hablamos de la comida surgen divergencias grandes. Sin embargo en los últimos años se ha tratado de investigar que sustancia podría estar alterada en estos casos alimentarios. Durante muchos años se asocio a la Serotonina, sin embargo los inhibidores de esta sustancia no demostraron un tratamiento eficaz, razón por la cual medicamentos como la Sibutramina (reductil, hipograss, satón, adissar, etc) tuvieron que salir del mercado, a parte de los efectos adversos ya conocidos.

Los últimos enfoques están orientados a evaluar la actividad cerebral tanto en un drogadicto como en un comedor compulsivo; en los dos casos se ha encontrado un patrón emocional en común; según las conclusiones de los investigadores, aquellas personas que se estudiaron y que habían dado notas más altas en el test de adicción a la comida mostraron en mayor medida una actividad cerebral similar a la que se produce en los adictos a las drogas. Es decir, que ambas adicciones tendrían una respuesta cerebral del mismo tipo y, también, que ciertas comidas pueden resultar adictivas para algunas personas. Esto podría explicar la dificultad que muchas tienen para perder peso.

Si bien la intensidad en uno y en otro son distintas; se demostró asimismo que a una persona drogadicta se le hace difícil conseguir la droga; en contraposición con un comedor compulsivo que es muy sencillo encontrar comida. Pero entonces porque el patrón del comedor compulsivo llega a ser similar al de la persona que consume drogas?..... Pues hay un punto que nunca se tomo en cuenta y es que las personas que rodean al comedor compulsivo en la mayoría de casos refuerzan ese estímulo no solo dándoles de comer sino algo peor y es comiendo delante de ellos generando “la provocación”. Por qué, entonces, compramos todo tipo de comida insana pero apetecible sin tener en cuenta el daño que le podemos hacer con ello?

Visto de otra manera; se imagina si uno deja botellas de licor por todo el hogar y dentro vive una persona alcohólica?

PRIMER PASO: ALTERACIÓN EMOCIONAL

El razonamiento puede repetirse con uno mismo: si tuviéramos tendencia a consumir determinada sustancia adictiva que nos hace daño, trataríamos por todos los medios de mantenernos alejados de determinados ambientes o tentaciones que nos llevarían a ella. Hagamos lo mismo con la comida.

Sin embargo la experiencia nos ha demostrado muchas veces lo opuesto; vemos parejas casadas que uno se pone a régimen para bajar de peso y la otra persona come delante de ella y compra comida, jugando no solo con la sensibilidad y sentimientos de la pareja sino peor aun agrediéndola psicológicamente.

Yendo un poco más allá de lo que podamos imaginar, hay padres que hacen esto; es decir “comen delante de los hijos” alimentos no solo prohibitivos en su dieta sino que les increpan que son dañinos. Hoy en día esto ya está siendo reevaluado en países desarrollados en donde este tipo de conducta de un padre es ya “maltrato infantil”. En muchas oportunidades en la consulta les digo a los niños: “cuando veas a tu papa comiendo papas fritas, gaseosas o chocolates delante tuyo, cuando tu no los puedas comer, es lo mismo que si te hubiera dado tres cachetadas…….eso se llama Maltrato”.

Este es quizás el punto de partida de aquellos adictos a la comida, que cuando niños sufrieron no solo represión alimentaria sino maltrato psicológico, y ya en la vida adulta tienen un descontrol en sus patrones no solo de vida sino alimentarios que lo llevara a deteriorar su salud física y emocional, tanto quizás como aquel drogadicto del que empezamos a hablar.

SEGUNDO PASO: ALIMENTOS ADICTIVOS

Se ha demostrado que el alimento en exeso azucarado puede generar un síndrome de ansiedad, tan intensa como la del alcohol y la del tabaco; a esto se le conoce con el Nombre de sweet tooth o el Diente dulce; esto obedece a factores individuales, pero también se ha visto culturales y aprendidos; es por ello que vemos familias con problemas alimentarios, sociedades e inclusive países, el ejemplo más grande son los EEUU. Para poder determinar que tan adictos al dulce somos deberíamos primero analizar estas preguntas:

Qué cantidad de dulce consumo en un día?

Como dulces a escondidas?

He hurtado dulces de alguien cercano a mi (papá, mamá, hermanos, etc.) sin que se den cuenta?

Dejo de comer mis alimentos para reemplazarlos por el dulce?

Niego mi debilidad a los dulces?

Un caso particular es el chocolate ya que, además de azúcar, tiene otras sustancias que lo hacen especialmente apetecible y, para muchos (sobre todo, mujeres), obsesivo objeto de deseo: hasta un 75% de mujeres británicas declararon tener dificultad en controlar su consumo.

Tras numerosas investigaciones, se sabe ahora que el chocolate aumenta el nivel de serotonina en el cerebro, por lo que mejora el estado de ánimo, regula la agresividad y puede calmar el malestar. Incluso, el chocolate tiene ciertos compuestos con afinidad por los mismos receptores que el cannabis, que aumentan la sensación de placer y bienestar. Por último, y al igual que otros alimentos de sabor agradable, libera endorfinas en el cerebro. Es sabido asimismo que una mujer cuando está atravesando por el ciclo menstrual tiene un pequeño desequilibrio en la recaptación de serotonina, que es fácilmente regulado por un chocolate, esta sensación es experimentada casi por un 80% de mujeres; de ello podríamos desprender la tendencia de la mujer más que el hombre hacia la adicción al chocolate.

TERCER PASO: BUSCAR SALIDAS FACILES

Si una persona compulsivo-alimentaria ya está en camino de la adicción alimentaria, pues el mejor tratamiento es un soporte médico-psicológico-alimentario; es decir multidisciplinario tanto o igual como aquel adicto a las drogas. Lamentablemente la mayoría de personas “adictas a la comida” quieren una solución rápida y fácil.

Haciendo algo de Historia, a principios del siglo pasado “la depresión” en el ser humano era tratada por algunos Médicos implantando órganos de animales en el cuerpo como testículos de cabras y gónadas de monos, causando gran expectativa en estas personas; hoy en día nos suena hasta “ridículo” pensar que alguien en su sano juicio hubiera podido haberse sometido a tal cirugía, pero como en aquel programa de televisión cabe decir: “es cierto, aunque usted no lo crea”.

Parches, bolitas de metal en las orejas, acupuntura, pastillas quema grasa, cremas adelgazantes y cuanto producto en el mercado tenemos el día de hoy y que se vende libremente para bajar de peso y quitar esos kilos de más, pues también de aquí en unos 50 años nos parecerán “ridículos” ya que es simplemente: “mentira”. Lamentablemente hay una impunidad tremenda para hacer negocio con este tipo de productos como por ejemplo los que se venden por televisión, asimismo se ha determinado que casi el 70% de personas que compran productos para bajar de peso en “forma fácil y sencilla” son las personas compulsivo-alimentario y ven reforzado su estimulo comprando estos productos-estafas; ya que inconscientemente al no ver resultados lo único que hacen es reforzar el:“no voy a bajar de peso nunca porque pruebo de todo”.

Cabría decirles que prueban de todo, pero de “todo lo que no sirve”; es importante por ello identificar si somos de estas personas o las tenemos en casa y tomar las medidas correctivas del caso.

La adicción alimentaria hoy está cobrando cada día más vigencia; como mencione anteriormente un enfoque médico a este trastorno es indispensable y al igual que en una persona adicta a las drogas el entorno familiar juega un papel fundamental en el tratamiento control y cura definitiva.

martes, 5 de julio de 2011

El chifa



EL CHIFA ES PERUANO

La comida Peruana es sin duda rica en variedad y en sabores, con las fusiones de 5 continentes ha logrado ser hoy en día reconocida a nivel mundial. Y no solo podemos hablar de nuestra comida criolla que cuenta con 491 platos típicos; la fusión con el oriente ha dado a luz a una nueva sazón, nuestro peruanísimo chifa.

La palabra “chifa” es el término que se usa en el Perú para denominar a la comida china. Según fuentes, la palabra se origina de dos vocablos chinos sec y fan (shec fan) que significa comer arroz, que con en tiempo el shec fan se convirtió en lo que hoy conocemos como el Chi-fan o “chifa”, que en realidad es único en el mundo no solo en sabor sino en variedad y hoy en día es diferente la comida china peruana de la del resto del mundo.

Los primeros 75 chinos llegaron al Perú en 1849 a la provincia de Cañete y al departamento de Ica. Vinieron para trabajar en las haciendas de la costa, donde hacían falta trabajadores debido a la liberación de los esclavos negros. En los 25 años siguientes ingresaron al Perú alrededor de 100 mil chinos quienes no sólo trabajaban en las haciendas, sino en la construcción de ferrocarriles y en la extracción del guano.
Al terminar la Guerra del Pacífico, la mayoría de los chinos emigraron a las principales ciudades, especialmente Lima, en donde se formó el asentamiento de cantoneses más importante del país.

Ahí es donde nació el barrio chino Peruano y es donde empezó a llegar gran cantidad de ciudadanos de esa región; asimismo es donde esta comida cantonesa sufre el “acriollamiento”. Aca en el Perú le decimos a alguien o a algo que se ha “acriollado” porque se adhiere a las costumbres netamente limeñas o costeñas, lo que hizo con el pasar de los años no solo la comunidad china, sino su comida.

A partir del año 50 es que se habla propiamente de un barrio chino en Lima. Por aquellos días apareció la calle Capón, que se hizo famosa por sus "chifas", que cocinaban comidas típicas de las provincias de Cantón, Sichuán y Pekín, lugares de los que provenían la mayoría de los inmigrantes, quienes preparaban sus riquísimos y exóticos platos, con especias como la pimienta Sicuani, 5 sabores, Um Meo Fan y el chempi, entre otros.

¿PORQUE SE LLAMA CAPON?

Cuenta la leyenda que en el Jirón Ucayali donde quedaba el mercado central, era el centro de venta de animales de mesa y ahí se “capaban” chanchos, toros, carneros y chivos, para que engordaran y fuesen más apetitosos. Muy cerca de la calle Capón se abría un corralón conocido como Otaiza, que fue rentado por un grupo de chinos liberados de la contrata, libres para trazar su propio horizonte con lo que mejor sabían hacer: cocinar y vender cosas y asimismo capar animales; de ahí viene lo del “chino capón”…………………… y Capón, ámbito de castración, se convirtió en la cuna de la comida china y de los primeros chifas peruanos.

También a partir de ahí, el ama de casa peruana incorporó a sus menús el uso del kión, el sillao (salsa de soya), la cebollita china y tantos otros ingredientes chinos que visitan la mesa diaria limeña.

UN ARROZ CHAUFA

El arroz chaufa es uno de los platos más representativos de Tradicionalmente la cultura china. Consiste en arroz cocido combinado con verduras, entre ellas la cebolla china, tortilla de huevo en trozos y carnes al gusto salteado en un wok con sillao o salsa de soja, su nombre deriva del vocablo chino "chau fan" que significa saltear arroz o freír arroz

Al acriollarse el arroz chaufa, hoy en día lo cocinamos en nuestras casas con la base de ese chau fan, pero echamos mano de lo que tenemos y siempre sale el sabor peruano, desde las carnes de ave, res hasta los pescados y mariscos.

En la cocina china los palillos se emplean como utensilios para comer alimentos sólidos. Tradicionalmente la cultura china es considerada como una cultura de paz es así que los palillos son como la extensión de los dedos índice, anular y pulgar como si fueran unas pinzas. El uso de los cuchillos según la tradición oriental, era solo reservado a actos propios de las guerras, es decir eran solo usados como armas.

Las sopas y otros líquidos se toman con una cuchara especial con el fondo plano hecha de cerámica que no falta en ningún hogar peruano. Y es parte de nuestros utensilios como el tenedor, la cuchara y el cuchillo. La mayoría de platos vienen ya en porciones pequeñas y cortadas.

En una comida china, cada comensal tiene su propio "bowl" de arroz y los platos se sirven con carácter comunal o familiar a una bandeja central, en donde cada comensal se sirve hacia su propio "bowl", en muchos de los casos por razones de higiene se utilizan platos adicionales.



En estos días en donde la comida criolla hace gala de nuestras mesas y se luce a nivel internacional, pues este chifa ya forma parte de esa comida criolla y muchos no solo comen un rico ceviche, sino que lo acompañan con un buen plato de chifa.