Obesidad Infantil
Cada vez es más evidente
que el hambre no es el único problema de nutrición en el mundo. De acuerdo con
las cifras de la OMS, más de 1.3 millones de adultos en el mundo presentan
sobrepeso y al menos 500 millones están clínicamente obesos. Lo que más alarma
es el número de casos de obesidad infantil. En algunos países se habla de un
incremento de tres veces en los últimos 25 años, esto nos daría cifras de hasta
una epidemia.
El sobrepeso y la obesidad
aumentan los riesgos de enfermedades que amenazan la vida como son la
enfermedad cardiovascular, diabetes y algunas formas de cáncer; asimismo se
complica con enfermedades respiratorias, locomoción y trastornos cosméticos y
psicológicos. Lo importante al detectar esta enfermedad no es buscar a los
responsables, sino tomar medidas correctivas inmediatas, promover conductas
saludables como consumir frutas y evitar exceso de grasas en las comidas y
azúcar, así como aumentar la actividad física.
El número creciente de
niños con sobrepeso y obesidad el mundo es causa de gran preocupación en los
círculos de salud publica. A nivel mundial se están realizando campañas en
contra de esta enfermedad, en algunos países inclusive la publicidad en los
medios audiovisuales esta siendo restringida para los productos con alto
contenido en grasas y azúcares como la comida llamada chatarra.
¿Los niños están informados?
Cuando se les pregunta a
los niños si identifican cuales son los alimentos saludables, demuestran estar
bien informados y distinguen claramente la publicidad de la realidad. Sin
embargo, sus alimentos preferidos son aquellos que están en la publicidad
“tienen buen sabor” o son “divertidos al comer”, y no necesariamente los que
tienen un bajo contenido de grasa, sal o azúcar y grandes cantidades de
nutrientes saludables.
Con el paso de los años,
los niños llegan a elegir sus alimentos y más o menos a los 7 años los padres
pierden influencia en sus decisiones alimenticias, si estas no han sido
adecuadas pues el niño elegirá lo que él crea conveniente. Con frecuencia los
padres admiten comprar alimentos por la economía familiar más que por el valor
nutritivo de los mismos, esto sumado a no comer en familia o fuera de la mesa,
pues se agudiza el problema.
¿Sedentarismo
infantil?
Pues si, muchos niños hoy
en día pasan más tiempo frente al televisor, computadora o juego de video que
jugando al aire libre. Con frecuencia, se descuida mucho la actividad física en
los colegios, cada vez se estimula menos a los niños a participar en deportes
organizados. Asimismo, la infraestructura a veces en los colegios no es la
adecuada o no se tienen instalaciones óptimas.
Muchas veces la gente
confunde comer bien y tener poca actividad con estatus alto, lo que se logra es
establecer una obesidad duradera a una edad temprana. Una vez que se han
establecido esos kilos de más y el individuo ha adquirido mentalidad de pasar
“sentado frente al televisor comiendo papas fritas”, es sumamente difícil que
aumente su actividad física a la cantidad necesaria para bajar de peso. Sin
embargo, la solución solo se logra cuando el gasto de energía supera la ingesta
de calorías.
Actividad
conjunta
Es necesario que en casa
comamos adecuadamente todos, nuestros hábitos alimenticios marcarán la vida de
nuestros hijos para siempre. El exponerlos a la obesidad traerá no solo
complicaciones con algunas enfermedades, le estaremos afectando la calidad de
vida y lo que es peor, se la estaremos acortando.
Un niño con obesidad y
sobrepeso no es un niño sano, muchas veces tiene carencias alimenticias en
cuanto a micronutrientes, por consiguiente, son niños más enfermizos. Al bajar
de peso es necesario que tengan una compensación de los mismos y no ver
afectada su salud al exponerse a una dieta para disminuir de peso.
Una razón que con
frecuencia se utiliza para no tratar a un niño obeso es pensar que el niño
dejará de serlo al crecer, sin embargo, no es así pues depende muchas veces de
la edad de aparición y de la gravedad de la obesidad. Un niño de 10 años que
presenta este problema tendrá hasta un 70% de mantener su obesidad en la vida
adulta.
El tratamiento presenta
dos pilares:
- una dieta balanceada,
respetando edad, sexo, altura, etc.
- ejercicio.
Algunos
cuidados a tener en cuenta es que los padres deben controlar la comida de los
hijos, lo que come entre comidas y el ejercicio que realiza.
Recuerde
que lo que importa en realidad no es si el niño esta gordo o flaco, lo que
importa es que el niño este sano.
Dr.
Gerardo Bouroncle Mc Evoy