jueves, 16 de diciembre de 2010

las gaseosas


BEBIDAS GASEOSAS Y OBESIDAD
Mucho se habla de las bebidas gaseosas; que si son dañinas para la salud o que si ocasionan cáncer y miles de cosas que se han tejido en torno a ellas. Inclusive por Internet circulan los correos alarmistas y mal intencionados de que hasta sirven para limpiar el oxido de las baterías de auto y cosas tan absurdas como que desatoran inodoros.
Lo cierto es que no producen nada de eso. Como médico no estoy en contra de ellas pero no las recomiendo mucho pero por la cantidad de azúcar que traen y la cafeína que contienen que puede ser dañina en exceso sobretodo en los niños. Lamentablemente la publicidad es muy fuerte en este sentido, nos inducen a consumirlas y sus sabores muchas veces llegan a ser verdaderamente adictivos.
Últimamente en un comercial de televisión salio una “nutricionista” promocionando una bebida gaseosa; llamó mucho la atención de mucha gente que comentaba que si un profesional de salud es capaz de promocionar estas bebidas gaseosas pues es que deben ser buenas. Lamentablemente yo les respondí que no son tan buenas. Y que quizás por una estrategia de marketing han utilizado un personaje así para publicitarlas; viéndolo desde otro punto de vista, se imaginan que su cardiólogo salga en un comercial de “marlboro” fumando; o que su médico internista haga publicidad de bebidas alcohólicas…. Que irresponsable ¿verdad?
Gaseosas y mas gaseosas
Las bebidas gaseosas o simplemente gaseosas como las conocemos en nuestro medio, contienen colorantes, preservantes, gas y muchas calorías. Su efecto estimulante obedece a la cafeína y a la elevada concentración de azúcar en su contenido; el inconveniente de consumirlas en exceso obedece a que se cambia el pH de la sangre y contribuyen no solo a la mala absorción de calcio sino que favorecen su eliminación por la orina; asimismo disminuyen la absorción de hierro vegetal como el de las lentejas, espinaca y la acelga.

Quienes son los mas afectados con el consumo excesivo?
Pues definitivamente son los niños quienes llevan la peor parte por su mayor tendencia al consumo, asimismo incluiríamos a las personas con osteopenias u osteoporosis y lógicamente a los obesos y a las personas con trastornos metabólicos como la diabetes tipo II
En repetidas ocasiones escucho a padres quejarse de la conducta de sus hijos hacia las bebidas gaseosas, que se convierte en una verdadera habituación que se traduce más adelante en adicción. Sin embargo, los niños no son los causantes de tal adicción sino mas bien los padres, que son los que al final compran estos productos y que muchas veces la hacen parte importante de la canasta familiar.
Un niño no cuenta con tarjetas de crédito, ni con dinero, ni autoridad suficiente dentro del hogar como para disponer de estos productos, son los padres quienes al final habitúan a la familia entera a consumir bebidas gaseosas y cuando quieren cambiar esta costumbre pues muchas veces es demasiado tarde.
“Como cualquier golosina, las gaseosas si son consumidas con moderación no son dañinas”.
Estudios recientes dan cuenta que si el consumo de bebidas gaseosas es excesivo puede afectar directamente la salud de los niños, su consumo esta asociado a hiperactividad y obesidad infantil; asimismo por la cantidad de azúcar se eleva la incidencia de caries dental.

¿Mejores alternativas que tomar gaseosas?
Hace unos días en un programa radial se me pregunto que si era necesario consumir vitaminas y minerales en forma de cápsulas. Mi respuesta fue categórica al referirme que en un país como el nuestro en donde existen tantas frutas y verduras no hay necesidad de tomar “pastillas”.
Quizás somos uno de los pocos países en el mundo en donde tenemos variedad en cuanto a alimentos como frutas y verduras propios de nuestras regiones durante los 365 días del año. Es importante aprovechar esto para que nuestros niños no solo tengan el habito de comer mas sano sino el de reemplazar esas gaseosas por jugos naturales que no solo son fuente de vitaminas, fibra y minerales sino de energía sana y natural, indispensable en el desarrollo y crecimiento adecuado.

¿En realidad tienen tanta azúcar las gaseosas?
Los ingredientes en esa botella de gaseosa de 500 ml son como mencioné anteriormente: agua carbonatada, saborizantes naturales y artificiales, un poco de cafeína y alrededor de 15 cucharadas de azúcar, que juntos suman 250 calorías…….. Si; aunque parezca una exageración esa es la cantidad de azúcar que contienen; por ejemplo; si es que tomamos una limonada de la misma medida con esas 15 cucharadas de azúcar, les aseguro que nadie la tomaría; sin embargo las gaseosas disimulan muy bien gracias a los saborizantes que poseen.
Las bebidas carbonatadas comunes contienen calorías; la leche y el jugo contienen calorías, vitaminas y minerales: todas las bebidas pueden tener un lugar en un patrón de alimentación bien balanceada.
En momentos en que el 12 a 15 por ciento de los adolescentes ya tiene un sobrepeso considerable, las bebidas gaseosas ya no parecen tan inofensivas. Nadie culpa a las bebidas gaseosas como la única causa de la obesidad entre la gente joven, pero las bebidas azucaradas definitivamente pueden ayudar a acumular peso. Recordemos que en la década de los 70 una gaseosa personal era de 120 ml; hoy en día una gaseosa personal es de más de medio litro (500 ml) mientras que la familiar en esa época no llegaba a un litro, hoy en día es de 3 litros.
No es el motivo de esta nota ser alarmista desde el punto de vista del producto en sí; pero lo que si es muy importante es que estemos alertas con el consumo excesivo sobretodo en la población infantil.
Según estudios estadísticos nos dicen que es la ultima década el consumo de gaseosas entre adolescentes se elevó en un 65 por ciento.
En un pasado no muy distante, las gaseosas eran un gusto ocasional, algo que las familias consumían cuando salían a comer a la calle o en un domingo familiar, en algún momento a lo largo del camino, se volvió un capricho diario. Es más saludable beber agua o refrescos de fruta natural, no digo que los padres nunca les den bebidas gaseosas a sus hijos, pero no es un alimento para todos los días. El hecho de venderlas en cualquier lugar hace parecer como si fueran parte de la vida diaria.

De hecho una de las primeras medidas para evitar la obesidad en los niños es prohibirles las bebidas gaseosas; con esto creámoslo o no, ya hemos hecho un gran avance en evitar que ese niño siga subiendo de peso y que más adelante pueda generar problemas asociados a la obesidad como la diabetes tipo II.

No es necesario hacer campañas grandes contra las gaseosas, porque como cualquier golosina como mencione anteriormente si se consumen con prudencia no son dañinas; lo que debemos hacer es simplemente comenzar a sustituirlas en el hogar por bebidas realmente nutritivas como jugos y abundante agua; asimismo si tenemos en casa algún niño con problemas de peso, pues disminuir al máximo el consumo de ellas de manera tal que las bebidas gaseosas regresen al lugar que tuvieron años atrás de consumirlas como una golosina mas y ocasionalmente.

ALGO PARA RECORDAR

En el año de 1832 en nueva York comienza la fabricación de bebidas carbonatadas, cuando John Matthews inventa un aparato para mezclar agua con gas de dioxido de carbón, y además agregarle sabor. De la popularidad de la bebida nacen negocios que mezclan el agua carbonatada con sabores a elección, llamadas fuentes de soda. Sabores como naranja, limón, uva eran muy demandados. En aquella época la gaseosa también se vendía en farmacias como remedio para curar diversos males. En 1885, W.B. Morrison un farmacéutico propietario de "Old Corner Drug Store" en Waco, Texas, desarrolló un distinguido sabor en su fuente de soda. Su nombre Dr Pepper, la más antigua gaseosa, que aún se vende en Estados Unidos.

Casi por la misma época (1886), otro farmacéutico, llamado John S. Pemberton, experimenta con hierbas y especies como nuez de kola africana y la hoja de coca en la ciudad de Atlanta….. el resultado, una bebida que bautizó como Coca Cola. Pemberton muere a sólo un año y medio de haber introducido al mercado el nuevo producto.

En 1898, un farmacéutico de Carolina del Norte, Caleb Bradham, busca un tónico para el dolor de cabeza a la que le agrega pepsina. En 1903, registró la marca de esta bebida como "Pepsi".


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