lunes, 6 de diciembre de 2010

a cuidarnos en estas fiestas


A CUIDARNOS EN LAS FIESTAS NAVIDEÑAS
Si pensamos que la dieta comienza "el lunes", y para ser más exactos después de las celebraciones de fin de año, probablemente comamos en esta oportunidad mucho más de la cuenta, más de lo necesario y de nuestro apetito verdadero, y comencemos el año siguiente con muchos kilos de más, que incrementarán la carga de lo que ya tenemos que bajar.

La navidad es sinónimo de reunión familiar, regalos y claro está de la gran comilona de las fiestas, es decir, no solo tenemos diversión y alegría sino también ricos potajes; pero también se suma a esto problemas de excesos gastronomicos que derivan en malas digestiones, un descanso nocturno defectuoso y algún que otro kilo de mas cuando enero asoma por el calendario.

Pero……….Es posible cuidarse en las Fiestas?
Es perfectamente posible planificar las celebraciones de una manera distinta, sin centrar todo en el atracón. El Pavo, alguna carne al horno, ensaladas con verduras variadas y frutas, palmitos, camarones, peras al natural, helado bajo en calorías, son sólo algunas de las muchísimas opciones ricas que no nos harán arrepentirnos al día siguiente…………..recuerde que no es la ultima comida de su vida.
1. Planifica el menú de las fiestas. Ahorraras tiempo y dinero. Antes de comprar, ten presente el número de comensales para los que vas a cocinar y la cantidad de alimentos que vas a necesitar para elaborar tus recetas. Recuerda que el éxito de un banquete debería valorarse más por la amabilidad de los comensales y el cariño en la preparación que por la cantidad de comida que hay en la mesa, ­que en estas fechas, suele ser más que suficiente­.
2. Puntualidad en la mesa La puntualidad a la hora de sentarse a la mesa es muy importante. Tu organismo esta acostumbrado a una rutina diaria y si se retrasa el inicio de las comidas, se altera. Por lo tanto, mantén tu horario habitual de comidas y no te saltes ninguna. No es recomendable realizar largos periodos de ayuno antes o después de una gran comida, ya que podemos alterar notablemente el ritmo de nuestro apetito, y llegaremos a la siguiente comida con más hambre de lo habitual, ingiriendo así un mayor numero de calorías.
3. Moderación en el plato. No te excedas en la cantidad de las raciones. Si algún comensal se queda con hambre, siempre puede repetir. Prueba de todo, pero con moderación. En general, todos los alimentos son buenos; los problemas surgen cuando la cantidad o frecuencia no son las adecuadas. Una persona sana, si come con moderación, puede disfrutar sin ningún problema de cualquiera de los menús típicos de la Navidad.
4. Para comer: menús ligeros. En estas fechas, los menús del hogar se asemejan a los banquetes de bodas, con sus elaboradas recetas rebosantes de calorías. Sin embargo, obsequiar a los invitados con nuestro mejor repertorio culinario no tiene por que estar en contra de la salud. Por ejemplo:

Entradas: los aperitivos suelen suponer un aporte energético importante. Prepara entradas ligeras, sin salsas, que contengan mucha verdura y pocas grasas. Las sopas o cremas de verduras también son una excelente opción.
De primero: pocos platos son tan sanos como las ensaladas. Frías o templadas, siempre resultan ligeras, vistosas y deliciosas. Échale imaginación.
De segundo: evitar las carnes rojas, que tienen más calorías, elige aquellas con poca grasa, como el pollo, el pavo inclusive hasta el pescado. Limita también el uso de salsas, especias y picante.
De postre: un helado bajo en calorías, una ensalada de frutas y una infusión te ayudaran a hacer la digestión.
5. Para beber: mucha agua. En Navidad es habitual acompañar las comidas con buen vino. Una costumbre que alegra el espíritu pero que también pasa factura. A los consabidos efectos perjudiciales para el organismo, se suma el elevado contenido calórico de las bebidas alcohólicas. También es habitual ­y no solo en Navidad­ confundir la sensación de hambre con la de sed, por lo que es conveniente beber agua a lo largo de todo el día y también en las comidas. De esta forma, conseguimos mantener una correcta hidratación y disminuir el consumo de alcohol y refrescos azucarados. Y recuerda: si bebes, no conduzcas.
6. Cuidado con la sobremesa. Por regla general, las sobremesas de navidad suelen prolongarse hasta bien entrada la noche o la madrugada. Son momentos propicios para disfrutar de la buena compañía pero también para picotear dulces, chocolates o beber una cantidad excesiva de vinos o licores. Además, la conversación, la diversión y los villancicos priman sobre el hecho de comer, lo que nos puede llevar a no advertir el exceso que estamos realizando.
7. Momentos dulces. Panetones y demás dulces típicos de estas fechas se convierten en el tradicional punto final de las comidas. Es mas, sin ellos, para muchas personas la Navidad no seria lo mismo, no parece razonable eliminarlos de la dieta. Una dulce tentación en la que es recomendable caer con moderación ­ya que pueden aportar un exceso significativo de calorías casi sin darnos cuenta­ y preferentemente en momentos concretos, evitando el picoteo entre horas. Una pequeña tajada de panetón no esta mal.
8. Tiempo para el deporte. La estrategia más saludable para cuidarte durante estas fiestas consiste en compaginar una alimentación equilibrada con la práctica de ejercicio físico, las vacaciones no deberían ser sinónimo de sedentarismo.
Por el contrario, pueden constituir un momento propicio para iniciar un mejor estado físico. Un consejo especialmente dirigido a las personas con obesidad o sobrepeso. Dar un paseo de al menos 30 minutos es la forma mas sana para iniciarse en el ejercicio. Además de compensar los excesos culinarios, te ayudara a liberar tensiones y a estar más relajado.
9. Limita los excesos. En Navidad no todos los días son festivos. Por eso es recomendable limitar los “excesos alimentarios” exclusivamente a las celebraciones propias de estas fechas. Y entre celebración y celebración, realizar comidas y cenas ligeras (platos bajos en grasa, yogures, fruta...). Respeta también las horas de dormir. Trasnochar, las cenas copiosas, las digestiones pesadas y los cambios en los horarios pueden disminuir la calidad de nuestro descanso nocturno y, por tanto, encontrarnos mas cansados durante el día, con un incremento de la somnolencia y una disminución de nuestro rendimiento físico e intelectual.
10. Compra con lista. Programar tus compras de navidad con anticipación es una Idea Sana. Así evitaras las aglomeraciones de última hora, tensión y stress. En el momento de realizar tus compras, toma en cuenta los siguientes consejos:.

Compara precios y calidad, visita distintos establecimientos si es necesario.
Exige que el etiquetado de todos los productos te proporcione la información básica de seguridad y calidad en su idioma.
Tienes derecho a que te muestren lo que vas a comprar, a conocer como funciona y preguntar aquello que necesites saber. No realices la compra si tienes dudas o si no te dejan ver lo que quieres comprar.
No lleves grandes sumas de dinero en la cartera.
Adquiere juguetes educativos que desarrollen la imaginación y la creatividad de los niños.
Dona los juguetes usados pero en buen estado. Muchos te lo agradecerán y tus hijos aprenderán a compartir.
No te entusiasmes con comprar ahora y pagar después. De todas maneras, vas a tener que pagarlo, por lo que es importante que saques tus cuentas y analices si podrás pagar el total de las cuotas

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