lunes, 6 de junio de 2011

ACTITUD ALIMENTARIA



ACTITUD ALIMENTARIA

Cuando un paciente me dice que bajo de peso con “tal dieta”; le pregunto esto: ¿realmente bajaste de peso?. Pues no, porque si realmente lo hubieras hecho, no estarías tratando otra vez de bajar de peso.

Simplemente estas personas lo que han hecho es una de esas dietas de moda que son anécdotas luego de hacerlas, porque no solucionaron el problema de fondo que es bajar de peso, aprender a mantenerlo y aprender a comer bien. La mayoría de las personas que han perdido peso y pudieron mantenerlo en el tiempo no han seguido una dieta específica, han aprendido a comer.

Son conscientes de que su peso se mantiene en el punto que ellos quieren porque toman los alimentos que se adaptan a su estilo de vida y al gasto de energía que realizan.
Para lograrlo han aprendido que comer sano es comer de todo, buenas raciones, menos grasa y no tener excesos con las comidas; es decir que ahora tienen otra “actitud” hacia la comida. Han aprendido que esas dietas de moda no solo son absurdas sino que no tienen ningún sustento real; como aquella que te hace tomar sopa durante 16 días; que es la mas divertida de todas y empezó como una broma y hasta el día de hoy hay gente que todavía hace tremendo absurdo.

¿Alimentos Buenos o Malos?

No existen alimentos "buenos" o "malos", ni dietas “buenas” ni dietas “malas”; simplemente existe una “sola alimentación” que debe llevarnos a un buen peso y a un buen estado nutricional y luego empezar a comer adecuadamente para mantener ese “buen estado nutricional” de acuerdo a los requerimientos según edad, sexo, talla y actividad diaria; es decir tener una alimentación que se adapte a nuestro estado biológico: niñez, adolescencia, embarazo, personas mayores; Asimismo si existe alguna enfermedad preexistente como hipertensión, diabetes, dislipidemias, osteoporosis, etc.

Para mantener la salud y el buen funcionamiento de nuestro organismo, necesitamos vitaminas y minerales, así como grasas, carbohidratos y proteínas. Y aunque no se tiene como un nutriente, nuestro organismo necesita también agua que se considera un principio inmediato esencial. Al comer una gran variedad de alimentos en proporciones razonables podemos obtener los niveles óptimos de todos los nutrientes que necesitamos para mantener una buena salud.

Para adelgazar sin pasar hambre hay que comer de todo, porque descubrirán que para obtener un peso saludable es más importante la forma de cocinar y la cantidad que ingerimos de cada grupo principal de alimentos, que seguir una mono-dieta aburrida a base de apio y lechuga, hay que comer lo necesario y no ahorrar esa energía que nos proveen los alimentos hay que gastarla a través de la actividad física que es la mejor aliada para adelgazar y evitar la ganancia de kilos con la edad y para que el cuerpo se acostumbre a mantenerse ágil y saludable.

Realizar un cambio en nuestros hábitos alimentarios implementando un plan adecuado a nuestro requerimiento diario no es fácil pero tampoco imposible y vale la pena intentarlo ya que se obtienen muchas ventajas como por ejemplo:

No pasar hambre
Disfrutar de la comida
No hay porque comer un menú diferente al resto de la familia
Comer sano no provoca mal humor, ansiedad ni depresión
No se recuperan los kilos perdidos
No existe el cansancio ni falta de energía
Si se hace ejercicio físico no hay porque sufrir flacidez ni músculos descolgados.
La comida desde siempre ha sido un acto de la vida diaria y también cultural. Existen muchos tipos de alimentarnos de acuerdo a raza, religión, cultura y región en el mundo; sin embargo y con las variaciones que ello acarrea, es importante saber nutrirse. La comida como necesidad social y cultural es mas bien una necesidad biológica pero también una necesidad hedónica.

Para nada la comida debe representar una adicción, un mal hábito o una obsesión; el tener una mejor actitud hacia nuestros alimentos hará definitivamente que los disfrutemos en su magnitud en sabores, aromas, colores y demás.

Existen dos refranes que siempre decía mi abuelo: “come poco, bebe el doble, duerme el triple, ríe cuatro veces y llegaras a viejo”; y el otro: “come poco y cena temprano si quieres llegar a anciano”.

LEYES DE LA ALIMENTACIÓN

1- Ley de la cantidad: La cantidad de alimentos debe ser suficiente para cubrir las necesidades calóricas del organismo. Los alimentos que proveen fundamentalmente calorías (energía) son los hidratos de carbono y las grasas. La cantidad de calorías deberá ser suficiente como para proporcionar calor para mantener la temperatura corporal, la energía de la contracción muscular y el balance nutritivo. Desde el punto de vista calórico, una dieta puede ser: suficiente, insuficiente, generosa o excesiva. De acuerdo a esta ley, los regímenes adelgazantes se consideran “insuficientes”, ya que permiten un descenso de peso a expensas de un contenido calórico reducido. El requerimiento calórico para cada persona en particular deberá ser determinado por un profesional en nutrición, considerando edad, sexo, contextura, actividad, situaciones especiales: diabetes, obesidad, desnutrición, etc.

2- Ley de la calidad: Toda dieta deberá ser completa en su composición, asegurando el correcto funcionamiento de órganos y sistemas. En todo régimen deberán estar presentes: hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas, minerales y agua. De acuerdo a esta ley, los regímenes se clasifican en completos (variados) e incompletos.

3- Ley de la armonía: Las cantidades de los diversos principios que componen la alimentación deberán guardar una relación de proporción entre ellos, de manera tal que cada uno aporte una parte del valor calórico total. Se recomienda que toda dieta normal contenga: - proteínas: 12 a 15% del valor calórico total - grasas: 30 a 35% del valor calórico total - carbohidratos: 50 a 60% del valor calórico total

4- Ley de la adecuación: Toda dieta deberá ser la apropiada para cada individuo en particular, considerando: edad, sexo, actividad, estado de salud, hábitos culturales y economía. Ello implica una correcta elección de los alimentos, así como una correcta preparación.

Jean Anthelme Brillant-Savarin, autor de la “fisiología del gusto”; nos dejo un legado no solo de buen gusto sino un culto hacia la comida, el mismo se autodenomino un profeta del buen comer; nunca se explicó como había gente que comía sin saber siquiera el nombre del plato, a eso es lo que hoy le llamamos tener una mejor actitud hacia nuestros alimentos. Entre los múltiples dichos Brillant-Savarin nos dejo estos:

"El Creador al obligar al hombre a comer para vivir, lo invita con el apetito y lo recompensa con el placer”.


"Aquellos que se indigestan y se emborrachan no saben ni comer ni beber".

"El destino de las naciones depende de la manera de como se nutren".

"La mesa de comer es el único ambiente donde ninguna persona se aburre durante la primera hora”.

“Dime lo que comes y te diré quien eres".

"Ser un gourmet es saber dar un buen juicio sobre las cosas que a su gusto son mas agradables".

“Aquel que invita a sus amigos a comer y no pone un toque personal en la comida, no es digno de su amistad".


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