sábado, 17 de julio de 2010



EL STRESS DE MI ABUELA
Yo creo que mi abuela nunca sufrió de stress, a pesar de que sus últimos años de vida tuvo muchas limitaciones en cuanto a movilizarse, siempre estuvo como una roca, inalterable. Mis padres conocieron el stress por las noticias en la televisión y en los diarios; yo creo inclusive que en alguna que otra telenovela que veía mi madre.
Soy de la generación que se enteró que el estrés existía en el ambiente, algo a si como un virus que ingresa al organismo y hay que combatirlo con bastante “vitamina C”, así como si fuera un resfrío y que luego de eso sino hace efecto guardar cama y tomar sopa de pollo, pues hay que tomarse una pastilla, digámoslo mejor, como decía mi abuela “un resfrío mal curado”.
Las generaciones de hoy ya han nacido con ese “virus” llamado stress. Cada vez veo a más y más de mis pacientes medicados inútilmente con los famosos antidepresivos; me pregunto que pasara con las generaciones posteriores, no solo nacerán con el stress en sus venas sino que serán quizás ellos productos del stress de sus padres.
Es tan grave acaso el stress?... Pongámoslo así: el estrés en realidad es una reacción del organismo a una situación de cambio en el estilo de vida de la persona; es decir algún factor externo ha hecho que a partir de ahora tengamos que modificar nuestra rutina.
Las rutinas del ser humano están dadas por las relaciones personales, laborales y amorosas; es decir que solo vamos a poder tener situaciones de stress por estros tres motivos. Una situación de cambio es por ejemplo: un cambio de trabajo, divorcio, matrimonio, mudarse, viudez, tener un hijo, etc., etc.; eso es una situación de cambio.
Si cambio de trabajo, pues tengo que adaptarme a mi nuevo centro laboral, a nuevas personas, a nuevos horarios y en fin voy a tener que modificar mi rutina; pero eso es solo por fuera, esa es la parte conciente que debo manejar. Dentro de mi organismo, también ocurren cambios significativos, a nivel celular, también se experimentan esos cambios generando más adrenalina, serotonina, glucocorticoides, etc. Esa es la parte que no puedo manejar quizás y que al final va a hacer que por dentro tenga algo que no identifico……………………esa respuesta inadecuada de mi organismo a ese cambio es pues………………..el stress.
Que fácil definirlo no? Pues si; el problema radica en identificarlo; en averiguar cual es el punto en el que empezó todo, esa respuesta inadecuada de mi cuerpo, ansiedad, angustia, pánico, alegría, depresión, etc. Miles de respuestas y muchas veces se combinan algunas, pero estas son la consecuencia de ese cambio que al final es el que debo identificar.
Para estos males no hay mejor cosa que un buen antidepresivo. Esa pastillita mágica que hace que veamos el mundo de color rosado. Pero al final…… ya identificamos que ocasionó todo esto?; quizás no, lo primero es calmar los síntomas y luego de un mes que ya estamos tranquilos pues nuestro psiquiatra nos pregunta: “y como empezó todo?”................después de un mes?, se imaginan? ¡Que escándalo!
En realidad cuando respondo esto recibo mil y una críticas de muchos colegas; el paciente luego de un mes ya no solo se acostumbro a la pastillita sino que le será casi imposible quitársela de encima.
Para esto va a pasar a una evaluación con un psicólogo que lo mas probable es que él también tome antidepresivos, le enseñará técnicas de relajación de respiración y quizás hasta desahogarse un poco.
Pero vuelve la pregunta de fondo: alguien le pregunto a ese pobre paciente cuando empezó todo esto? O mejor le preguntaron ¿que cambio en su vida?
Pues la clave sigue siendo el cambio y como mencioné anteriormente solo viene por tres aspectos que tenemos, todas esas relaciones laborales, interpersonales y amorosas.
Hoy en día es mas fácil tomar un antidepresivo que ponerse a llorar; ya que los patrones actuales nos dicen que llorar no es bueno; es algo así como dar a luz con dolor; para que hacerlo si existe la epidural. Si se trata de simplificarnos la vida pues con estas pastillitas nos solucionaron el problema de la depresión, la ansiedad el pánico, el insomnio, las pesadillas, etc.
La pregunta sigue en el aire: ya averiguamos que cambió en mi vida? A veces es muy evidente; por ejemplo quedarse viudo, es una situación muy, pero muy evidente. En la medida que yo acepte mi nueva situación podré salir de mi stress; eso significa que para el stress necesito un periodo de adaptación, que puede ir desde horas hasta varios días o meses……………….. Pero nunca años.
En realidad depende de que tanto estemos dispuestos a manejar nuestro stress; si podemos identificar ese factor externo que llevó a que mi medio interno se alterara, pues así es más fácil.
Yo siempre le pongo a mis pacientes el siguiente ejemplo: yo soy alérgico al cangrejo. Eso significa que el factor externo de mi alergia alimentaria (el cangrejo) que va a hacer que a nivel celular yo genere un cuadro alérgico liberando histamina y muchas sustancias que hasta podrían llevarme a la muerte; entonces cual es la solución? Tomar un antihistamínico o dejar de comer cangrejo?
Una vez me respondieron que el cangrejo es rico así que me tomo la pastilla y sigo comiendo; pero hay que recordar que me podría sensibilizar a otro alimento también, quizás a los camarones.
Esto significa que si tengo una situación de stress y no la aprendí a manejar quizás se mezcle con otra nueva situación de stress que vendrá pronto, visto de otra manera hay situaciones de cambio que vienen una tras otra; si me caso, tengo un hijo y me divorcio todo en un año, imagínense como pudo cambiar mi vida en este año; hay en ese momento tres situaciones que me generan stress.
¿STRESS O PRESION?
Ojo que stress no es igual a presión, no confundamos una cosa con otra. Un paciente me dijo que tiene mucho estrés laboral; yo le pregunte: y desde cuando trabajas ahí; pues la respuesta fue increíble……………….20 años. Se imaginan no poder adaptarse a un trabajo en 20 años? Eso no es stress; si lo hubiera sido ahorita mismo ese paciente hubiera colapsado.
No hay que confundir la presión laboral con stress laboral. La presión viene diariamente, por cumplir horarios, cumplir metas, horas extras, etc. La situación de stress laboral sería: cambiar de jefe, cambiar de área, cambiar de horarios, etc.……………una vez mas esta presente la palabra “cambio” y si es que mi trabajo no ha cambiado en 20 años ahí no hay ni una gota de stress; lo que hay es una “persona inconforme”.
Cuando lo digo de esta manera muchas personas me miran como un bicho raro: ¿oiga doctor y usted nunca ha tenido stress?
Pues claro que si, todos lo tenemos, pero en la medida que yo me adapte a mis cambios salgo rápido del stress y quizás tan rápido que esto me hace tener mas armas para enfrentar nuevas situaciones o como algunas personas lo dicen “nuevos retos”.
Ese es en punto clave en toda esta situación, saber enfrentarse a la vida, saber salir adelante de los problemas que se nos vienen, tener una mejor actitud con nuestra vida y con la de los seres que nos rodean.
Como identificar mis elementos de stress?
Haciéndonos las siguientes preguntas:
1. que ha cambiado en mi vida?
2. el cambio no me deja dormir?
3. el cambio no me deja trabajar?
4. el cambio ha disminuido mi libido?
5. no me da ganas de asearme?
6. actualmente estoy comiendo mucho, o bebiendo mucho alcohol o consumiendo algún fármaco que no acostumbraba?
7. los fines de semana la paso metido en mi cama?
Pues si, quizás alguno de estos síntomas los estamos empezando a tener; pues ¡alto! es el momento de plantearnos si estamos ante una situación de stress y la consecuencia va a ser lamentable sino detenemos esto, la temida “Depresión”.
Cuestión de actitud
Si, todo es cuestión de actitud, esa misma que hace que no solo enfrentemos la vida sino que aprendamos a vivir nuestra vida, siendo útiles a no solo nosotros sino que a los demás, buscar ese bien común que hace al ser humano un ser distinto en la naturaleza; hemos sido dotados de pensamiento, instinto e inteligencia; tres aspectos fundamentales que nos diferencian de los animales y que han hecho que el hombre domine al mundo.
Porque no usar esas armas no para dominar el mundo sino para dominar “nuestro mundo”, nuestro entorno, esas situaciones que nos pueden generar stress; afrontemos nuestros retos diariamente. Combatamos esos 7 puntos negativos con 7 actitudes positivas:
1. levántese temprano y dese un buen baño
2. coma alimentos sanos, frutas verduras, aléjese de la chatarra.
3. disfrute de la compañía de gente agradable y rodéese siempre de ella.
4. sonría por lo menos cinco veces al día
5. salude con respeto a la gente; recibirá una sonrisa por ello
6. aprenda todos los días algo nuevo.
7. reúnase con amigos que no ha visto hace mucho tiempo, recordar cosas agradables lo llenara de sensaciones agradables y refresca la mente.
Hace algunos días alguien me pregunto que si con ser optimista basta; mi respuesta fue: no, no basta; en realidad lo que tenemos que proponernos todos los días al levantarnos es: ser feliz el día de hoy……………….y adiós al stress.

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