APAGA LA TELE
Si bien la televisión es uno de los inventos mas grandes en el siglo pasado, y su uso se ha vuelvo indispensable en el hogar como medio de entretenimiento e información, pues a la hora de sentarnos a la mesa su presencia se ha convertido en un elemento perturbador y es porque no solo gana protagonismo en la atención, sino que cada vez se conversa menos con la familia. A esto debemos sumarle que por un lado puede estar alguien con los audífonos escuchando música y alguien más por ahí con un video juego o con su computadora portátil trabajando.
La mesa como lugar de reunión familiar cada vez se esta convirtiendo en un lugar más dentro de la casa en donde nadie interactúa con nadie. Quizás el televisor fue el causante de esta cada vez mas lejanía familiar a la que nos estamos exponiendo y gracias a la tecnología de la que ya no podemos apartarnos.
Pero no solo se trata de un problema de comunicación familiar sino también de salud, ya que el acto de comer hoy en día para el ser humano sentado frente a un televisor se esta convirtiendo en un problema de “engorde”; si, y aunque parezca raro ocurre esto por cuatro motivos fundamentales:
- se come más
- se come peor
- se come con malos hábitos
- se está más expuesto a una publicidad dañina casi siempre relacionada a la comida no necesariamente saludable sino mas bien de comida rápida, chatarra y de bebidas alcohólicas.
En realidad lo que sucede cuando se come frente a un televisor, es que el alimento pasa a un segundo plano, es decir pierde importancia, no solo no nos importa que comer, sino que no medimos cuanto estamos comiendo ya que el foco de atención no es el plato sino la pantalla del televisor, esto hace que al no darnos cuenta de lo que estamos comiendo el cerebro no procesa bien la información que recibe, pues se coma mucho más debido a que pasamos más minutos sentados frente al televisor y tenemos que comer más para compensar el tiempo llevándonos algo a la boca, no saciándonos adecuadamente sino mas bien “llenándonos”.
En muchos casos ya no se come sentado en una mesa sino en un cómodo sillón que cuenta hasta con una mesita portátil para no perderse un detalle de nuestro programa favorito. Esto lleva al segundo punto que es adquirir malos hábitos alimentarios; se come hasta echados en la cama en otros casos; comienza a reinar el desorden que se traduce en comer cualquier cosa con las manos y llegar a prescindir inclusive de los cubiertos.
Al engancharnos con la televisión pues nuestras manos comienzan a pedir cada vez más y mas comida hasta quedar saciados. Luego de esto lo que sucede es algo peor………………..no nos movemos en los siguientes minutos; seguimos sentados frente al televisor, esto colaborara directamente con nuestro ya popular “sedentarismo”; en lugar de darnos una vuelta por ahí caminando pues aprovechamos para seguir sentados muy cómodamente viendo “tele” para que “baje la comida”.
Como si no fuera poco, la publicidad con la que se nos ataca en un momento tan importante como es la comida, esta plagada de mala información haciéndonos ver que las hamburguesas, las papas fritas, las pizzas, las bebidas gaseosas, los snacks, chocolates, etc., pues son alimentos “divertidos”, llenos de colores y canciones contagiosas. La comida sana no solo no cuenta con publicidad adecuada sino que hasta llega a ser aburrida según algunos críticos publicitarios, en pocas palabras eso no vende. Pero este tipo de publicidad tan divertida lo único que promueve es la obesidad sobretodo la infantil, regalan juguetes, globos y promueven las ya populares fiestas infantiles; las reuniones familiares cada vez son menores debido a que los padres no tienen el famoso “tiempo” para hacer nada.
Si bien no se puede culpar a al televisión de los problemas de obesidad en el mundo, pues su contribución ha sido muy grande. Es el momento de tomar medidas frente a un acto que cada vez nos esta ganando terreno en los hogares; apaguemos ese televisor a la hora de sentarnos a la mesa; démosle la importancia debida a un momento tan importante como es “comer”, no solo la comida saludable es buena para el ser humano; los hábitos alimentarios son importantísimos a la hora en que la familia debe estar junta compartiendo no solo un pan sino la compañía de nuestros seres queridos.
Recomendaciones
- Hagamos que los niños colaboren a la hora de armar la mesa, esto los hará cómplices de un acto social-familiar.
- Sentémonos a la mesa todos juntos y pongamos los alimentos en forma ordenada, esto hará que el momento de comer sea un momento esperado por todos.
- Variemos el menú casero programando nuestras comidas, esto generará mejor balance nutricional que incluirá durante la semana todos nuestros grupos alimentarios.
- Escojamos un momento para la “sobremesa”, conversar luego de la comida mejorará nuestras relaciones familiares afectivas.
- Hagamos reuniones periódicas con amigos y familiares para compartir una mesa, los niños verán que es un acto social del cual ellos pueden aprender mucho.
- Pero sobretodo……………….apaguemos el televisor durante nuestras comidas.
Si bien la televisión es uno de los inventos mas grandes en el siglo pasado, y su uso se ha vuelvo indispensable en el hogar como medio de entretenimiento e información, pues a la hora de sentarnos a la mesa su presencia se ha convertido en un elemento perturbador y es porque no solo gana protagonismo en la atención, sino que cada vez se conversa menos con la familia. A esto debemos sumarle que por un lado puede estar alguien con los audífonos escuchando música y alguien más por ahí con un video juego o con su computadora portátil trabajando.
La mesa como lugar de reunión familiar cada vez se esta convirtiendo en un lugar más dentro de la casa en donde nadie interactúa con nadie. Quizás el televisor fue el causante de esta cada vez mas lejanía familiar a la que nos estamos exponiendo y gracias a la tecnología de la que ya no podemos apartarnos.
Pero no solo se trata de un problema de comunicación familiar sino también de salud, ya que el acto de comer hoy en día para el ser humano sentado frente a un televisor se esta convirtiendo en un problema de “engorde”; si, y aunque parezca raro ocurre esto por cuatro motivos fundamentales:
- se come más
- se come peor
- se come con malos hábitos
- se está más expuesto a una publicidad dañina casi siempre relacionada a la comida no necesariamente saludable sino mas bien de comida rápida, chatarra y de bebidas alcohólicas.
En realidad lo que sucede cuando se come frente a un televisor, es que el alimento pasa a un segundo plano, es decir pierde importancia, no solo no nos importa que comer, sino que no medimos cuanto estamos comiendo ya que el foco de atención no es el plato sino la pantalla del televisor, esto hace que al no darnos cuenta de lo que estamos comiendo el cerebro no procesa bien la información que recibe, pues se coma mucho más debido a que pasamos más minutos sentados frente al televisor y tenemos que comer más para compensar el tiempo llevándonos algo a la boca, no saciándonos adecuadamente sino mas bien “llenándonos”.
En muchos casos ya no se come sentado en una mesa sino en un cómodo sillón que cuenta hasta con una mesita portátil para no perderse un detalle de nuestro programa favorito. Esto lleva al segundo punto que es adquirir malos hábitos alimentarios; se come hasta echados en la cama en otros casos; comienza a reinar el desorden que se traduce en comer cualquier cosa con las manos y llegar a prescindir inclusive de los cubiertos.
Al engancharnos con la televisión pues nuestras manos comienzan a pedir cada vez más y mas comida hasta quedar saciados. Luego de esto lo que sucede es algo peor………………..no nos movemos en los siguientes minutos; seguimos sentados frente al televisor, esto colaborara directamente con nuestro ya popular “sedentarismo”; en lugar de darnos una vuelta por ahí caminando pues aprovechamos para seguir sentados muy cómodamente viendo “tele” para que “baje la comida”.
Como si no fuera poco, la publicidad con la que se nos ataca en un momento tan importante como es la comida, esta plagada de mala información haciéndonos ver que las hamburguesas, las papas fritas, las pizzas, las bebidas gaseosas, los snacks, chocolates, etc., pues son alimentos “divertidos”, llenos de colores y canciones contagiosas. La comida sana no solo no cuenta con publicidad adecuada sino que hasta llega a ser aburrida según algunos críticos publicitarios, en pocas palabras eso no vende. Pero este tipo de publicidad tan divertida lo único que promueve es la obesidad sobretodo la infantil, regalan juguetes, globos y promueven las ya populares fiestas infantiles; las reuniones familiares cada vez son menores debido a que los padres no tienen el famoso “tiempo” para hacer nada.
Si bien no se puede culpar a al televisión de los problemas de obesidad en el mundo, pues su contribución ha sido muy grande. Es el momento de tomar medidas frente a un acto que cada vez nos esta ganando terreno en los hogares; apaguemos ese televisor a la hora de sentarnos a la mesa; démosle la importancia debida a un momento tan importante como es “comer”, no solo la comida saludable es buena para el ser humano; los hábitos alimentarios son importantísimos a la hora en que la familia debe estar junta compartiendo no solo un pan sino la compañía de nuestros seres queridos.
Recomendaciones
- Hagamos que los niños colaboren a la hora de armar la mesa, esto los hará cómplices de un acto social-familiar.
- Sentémonos a la mesa todos juntos y pongamos los alimentos en forma ordenada, esto hará que el momento de comer sea un momento esperado por todos.
- Variemos el menú casero programando nuestras comidas, esto generará mejor balance nutricional que incluirá durante la semana todos nuestros grupos alimentarios.
- Escojamos un momento para la “sobremesa”, conversar luego de la comida mejorará nuestras relaciones familiares afectivas.
- Hagamos reuniones periódicas con amigos y familiares para compartir una mesa, los niños verán que es un acto social del cual ellos pueden aprender mucho.
- Pero sobretodo……………….apaguemos el televisor durante nuestras comidas.
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