EL GRAFITI DE NAVIDAD
El Grafiti es tan antiguo que desde la época de roma ya eran conocidos; inscripciones en paredes, muros o columnas alusivas desde temas políticos, insultos, hasta declaraciones de amor, a lo largo de la historia han formado parte importante de la historia del hombre. El grafiti es un término tomado del italiano graffiti, plural de graffito que significa “marca o inscripción” hecha generalmente rascando o rayando una pared. El arqueólogo Raffaele Gerrucci acuño este término en medios académicos a mediados del siglo XIX.
En el Perú fueron muy populares en la época del Virreinato en donde estas curiosas inscripciones estaban dedicadas desde insultar a la clase española incluido el Virrey hasta versos callejeros alusivos a la esclavitud.
Hace unos días vi uno en la calle que me llamó la atención, decía:
Aviso Público: El simulacro de Paz y amor ya termino; estamos 26 de Diciembre
Al principio me causó mucha gracia; sin embargo luego de un momento se seguir mi camino me detuve y me puse a pensar si realmente la Navidad solo es eso: “un simulacro”; como si habláramos de un terremoto en el cual hay que estar preparado para cuando llegue. Sin embargo los propósitos de amor y paz permanecen en nosotros los demás días del año? O realmente volvemos a nuestra vida diaria después de la navidad, llena de asuntos pendientes, trabajo, mal humor, bulla, tráfico……………….es decir volvemos a nuestra “rutina” porque al fin se acabaron las fiestas de fin de año y ya no hay más que celebrar.
Y entonces todos los propósitos de ser mejores, de amor, de paz, armonía y esperanza donde quedaron? Se acabaron después de ese día o después de desarmar el arbolito?
Y es que quizás el chico que escribió ese grafiti se dió cuenta que toda la parafernalia prenavideña los regalos, abrazos, almuerzos y cenas navideñas terminan el día 26 y el mundo sigue siendo el mismo sumergido en sus problemas y en el quehacer diario.
Pero, por qué ese quehacer diario no se convierte precisamente en todos esos propósitos de fe, esperanza y unión; porqué dentro de nosotros mismos no hacemos de la navidad no un simulacro de amor, sino realmente lo vivimos todos los días de nuestras vidas haciendo no un simulacro sino un verdadero accionar. Si hacer un simulacro es estar listos; pues que mejor llamado de atención esta Navidad de : estar listos para la paz, estar listos para el amor y estar listos para la esperanza………………….pero hoy, en cada momento y en cada día de Nuestras vidas.
Es tiempo de cambios. Los tiempos modernos nos exigen ser cada vez más competitivos y estar mejor informados; pero nos estamos olvidando que nada de ello se consigue si no hay un motor interno que nos guíe, una fuerza interna que solo se enciende si nosotros mismos la encendemos; que es nuestra propia energía esa que todos los días nos empuja a seguir adelante, a trabajar, a cada día ser mejores en lo que hacemos, en ser mejores con los demás; esa energía que nace de adentro hacia afuera y que ese niño que nació hace dos mil años nos recuerda que la navidad es nacer todos los días, llenos de amor y paz porque cada día nace Jesús dentro de nosotros como símbolo de esperanza en un mundo mejor.
Esta Navidad sientan como es el verdadero nacimiento dentro de nosotros, como es que los 365 días del año nace dentro de nosotros la "Verdadera Navidad".
Feliz Navidad
Gerardo
El Grafiti es tan antiguo que desde la época de roma ya eran conocidos; inscripciones en paredes, muros o columnas alusivas desde temas políticos, insultos, hasta declaraciones de amor, a lo largo de la historia han formado parte importante de la historia del hombre. El grafiti es un término tomado del italiano graffiti, plural de graffito que significa “marca o inscripción” hecha generalmente rascando o rayando una pared. El arqueólogo Raffaele Gerrucci acuño este término en medios académicos a mediados del siglo XIX.
En el Perú fueron muy populares en la época del Virreinato en donde estas curiosas inscripciones estaban dedicadas desde insultar a la clase española incluido el Virrey hasta versos callejeros alusivos a la esclavitud.
Hace unos días vi uno en la calle que me llamó la atención, decía:
Aviso Público: El simulacro de Paz y amor ya termino; estamos 26 de Diciembre
Al principio me causó mucha gracia; sin embargo luego de un momento se seguir mi camino me detuve y me puse a pensar si realmente la Navidad solo es eso: “un simulacro”; como si habláramos de un terremoto en el cual hay que estar preparado para cuando llegue. Sin embargo los propósitos de amor y paz permanecen en nosotros los demás días del año? O realmente volvemos a nuestra vida diaria después de la navidad, llena de asuntos pendientes, trabajo, mal humor, bulla, tráfico……………….es decir volvemos a nuestra “rutina” porque al fin se acabaron las fiestas de fin de año y ya no hay más que celebrar.
Y entonces todos los propósitos de ser mejores, de amor, de paz, armonía y esperanza donde quedaron? Se acabaron después de ese día o después de desarmar el arbolito?
Y es que quizás el chico que escribió ese grafiti se dió cuenta que toda la parafernalia prenavideña los regalos, abrazos, almuerzos y cenas navideñas terminan el día 26 y el mundo sigue siendo el mismo sumergido en sus problemas y en el quehacer diario.
Pero, por qué ese quehacer diario no se convierte precisamente en todos esos propósitos de fe, esperanza y unión; porqué dentro de nosotros mismos no hacemos de la navidad no un simulacro de amor, sino realmente lo vivimos todos los días de nuestras vidas haciendo no un simulacro sino un verdadero accionar. Si hacer un simulacro es estar listos; pues que mejor llamado de atención esta Navidad de : estar listos para la paz, estar listos para el amor y estar listos para la esperanza………………….pero hoy, en cada momento y en cada día de Nuestras vidas.
Es tiempo de cambios. Los tiempos modernos nos exigen ser cada vez más competitivos y estar mejor informados; pero nos estamos olvidando que nada de ello se consigue si no hay un motor interno que nos guíe, una fuerza interna que solo se enciende si nosotros mismos la encendemos; que es nuestra propia energía esa que todos los días nos empuja a seguir adelante, a trabajar, a cada día ser mejores en lo que hacemos, en ser mejores con los demás; esa energía que nace de adentro hacia afuera y que ese niño que nació hace dos mil años nos recuerda que la navidad es nacer todos los días, llenos de amor y paz porque cada día nace Jesús dentro de nosotros como símbolo de esperanza en un mundo mejor.
Esta Navidad sientan como es el verdadero nacimiento dentro de nosotros, como es que los 365 días del año nace dentro de nosotros la "Verdadera Navidad".
Feliz Navidad
Gerardo
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