lunes, 15 de octubre de 2012

ojos de madre


OJOS DE MADRE

Un problema muy serio que venimos enfrentando los médicos desde hace ya muchos años es la conocida “Persona Sana”, este término lo empleamos para identificar a esa persona que dice que nunca va al médico porque no se enferma y no lo necesita. Como ya antes he mencionado en otros artículos quizás esta sea la persona más enferma del mundo ya que al nunca haberse hecho un control “Preventivo” lo más probable es que cuando le suceda algo con su salud pues ya sea un poco tarde. La Prevención sigue siendo el paradigma Fundamental cuando hablamos de Salud, esa persona sana es al que no enferma porque sigue pautas con su estilo de vida y acude a su médico regularmente solo a “Control”.

A esto se nos ha venido a sumar en los últimos años, que esta conducta está orientada ya no solo a su persona sino a sus hijos; hoy en día enfrentamos a Padres que se niegan a pensar que la salud de sus hijos esta quebrantada sobre todo por el sobrepeso y la Obesidad,  de forma abrumadora y alarmante hemos descubierto que casi el  90% de las madres de niños con sobrepeso no reconocieron que lo sufrían. Dado que el primer paso para resolver un problema es reconocer que existe, esta falta de objetividad de las madres hacia sus hijos es la primera dificultad que hay que superar. Para ello, lo mejor es acudir regularmente a los controles pediátricos en donde se llevará un riguroso control de los percentiles y las tablas de crecimiento y desarrollo.

LO QUE NO SE CONOCE, NO SE APRENDE

La última investigación de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland (Estados Unidos), en donde se investigaron 281 casos de madres y niños con sobrepeso hasta los tres años concluyó que casi el 80% de las madres no tenía la menos idea que sus hijos estaban con sobrepeso.

La negación de las madres a admitir que sus hijos no solo están con sobrepeso sino que están expuestos a muchas enfermedades a su edad iba en relación directa al sobrepeso y obesidad de los padres también y a que estos niños se relacionaban con personas de sus mismas características, lo que impedía la objetividad de las Madres. Para ellas el mundo es de “gorditos”. Otro aspecto importante es que aún hoy en día en muchas sociedades hablar de “niño gordito” es hablar de “niño saludable”.

Y es que el problema parte de que hace muchos años solo hablábamos de malnutrición en niños con déficit de peso, quienes eran los más proclives a enfermar de problemas digestivos sobretodo. Lamentablemente el sobrepeso y la obesidad al ser estados de

Malnutrición lo ponen al niño actual en las mismas condiciones que aquel desnutrido de hace muchos años.

OBJETIVIDAD

Debemos pues, tener muy en cuenta este estudio y aceptar que, probablemente, nosotros tampoco seremos buenos jueces del estado de nuestros hijos. La solución es acudir al pediatra que auxiliado por las tablas de percentiles como mencioné,  nos dirá si nuestro niño tiene o no sobrepeso. A partir de ahí, podemos empezar a solucionar el problema que en un 100% empieza en casa.

Algunos padres culpan a los Comedores escolares de presentar alimentos engordantes a sus hijos; este es otro error tremendo sumado a la negación del sobrepeso de los hijos. Los comedores escolares cuentan con una supervisión siempre de un nutricionista quien balancea de manera adecuada la cantidad de grasas, proteínas y carbohidratos en la dieta diaria. A esto hay que sumarle el trabajo esmerado para elaborar menús que puedan complacer los gustos en General, ya que hay niños que no comen frutas, verduras, menestras, pescado, etc. Pero esto lo arrastran de la Casa única y exclusivamente como un mal habito.

Los padres que niegan el sobrepeso que tienen los hijos cuando son enfrentados a la realidad empiezan a buscar culpables y el Primero siempre es el “Comedor Estudiantil” o el kiosco del colegio. Es decir, el culpable siempre tienen que ser alguien más, menos nosotros mismos.

ALMUERZO ESTUDIANTIL

Daniel es un niño de 10 años de edad, almuerza en el colegio de lunes a viernes en el comedor supervisado por un nutricionista. El día de hoy como primer plato le toco una crema de verduras y como plato de fondo Puré con asado y unas legumbres, su postre fue una fruta. Hasta aquí va todo de maravilla. Sin embargo veamos la conducta de Daniel el resto del día y sacaremos nuestras conclusiones de porque engorda.

Al levantarse su mamá le da un plato de avena con leche, una taza de Cereal azucarado y un pan con mantequilla, lo envía con una lonchera en donde hay un jugo de caja altamente azucarado, pan con hot dog y una manzana, asimismo le da 10 soles para que coma algo en el recreo hasta la hora del almuerzo; Daniel se compra un pan con pollo con mayonesa y papas fritas y una bebida gaseosa altamente azucarada más un paquete de galletas con chocolate.

Luego llega el almuerzo, como no le gustan las verduras él obvia la crema de verduras y solo come el asado y el Puré. El abuelo lo recoge del colegio y va la pregunta de Rigor ¿almorzaste todo? Pues ya sabemos la respuesta; pues no, hoy la comida estuvo fea.

El Abuelo o la madre que lo recoge al intuir que este niño no almorzó bien, le compra una hamburguesa con papas fritas y una gaseosa en un sitio de Comida Rápida (fast food) porque por la tarde va a algún taller escolar y lo más probable es que recién “Almuerce” a las 5 de la tarde. Al llegar a casa pues almuerza una milanesa con papas fritas y arroz.

Por la noche llega el Padre quien lo más probable es que no haya almorzado bien y comió en un sitio de comida rápida cualquier cosa. Entonces como es el Momento familiar coge el teléfono y llaman a la pizzería o al chifa o al pollo a la brasa y todos puedan comer algo antes de ir a la cama.

ALMUERZO MAS ALMUERZO

Si nos ponemos a  analizar el almuerzo de Daniel, pues esta es la comida más fuerte del día, la comida rápida de la tarde es otro almuerzo y la comida al llegar a casa es otro almuerzo, por la noche volvió a  almorzar. Hoy Daniel almorzó 4 veces.

¿Engordara?.............por supuesto que sí. Sus padres culparan al colegio o a quien sea, pero nunca admitirán que los únicos responsables del deterioro de la Salud de ese niño son ellos. Lo primero es aceptar que nuestro niño tiene problemas de peso, luego aceptar en cambiar el modo de alimentación en la casa y lo tercero y lo más difícil es buscar una asesoría adecuada.

Sin embargo cuando el Pediatra nos da la primera señal de alarma es cuando debemos actuar: mejor alimentación, más ejercicio, mejores costumbres; pero, todos en el Hogar y no solo el niño, ya que su sobrepeso y obesidad ha sido consecuencia de nuestras malas actitudes alimentarias;  un niño obeso tiene muchos factores de riesgo para serlo también de mayor. Muchas veces, en nuestra mano está evitarlo.

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