REEDUCACION ALIMENTARIA: DERECHO DE TODOS
El
titulo puede sonar ofensivo para algunas personas, ya que decir que hay que
reeducarlo en un tema como la alimentación es decirle que no sabe comer y que
es un ignorante en el Tema nutricional y del cuidado de su salud. Sin embargo
arrastramos patrones alimentarios casi siempre venido de nuestros padres y
abuelos, comportamientos y conductas en este caso con nuestros alimentos que no
necesariamente son los mejores o los más adecuados.
Hace
unos días un paciente me dijo que a sus
46 años iba a ser imposible cambiar algunos hábitos de su alimentación y por
consiguiente sería inútil tratar de comer distinto a como lo venía haciendo
casi toda su vida. Mi respuesta fue esta: Imagínate a aquella persona que ha
fumado una cajetilla de cigarrillos desde los 15 años de edad y hoy a sus 50
años ha dejado de fumar; es decir que ha cambiado un hábito tan nocivo como es
el fumar por algo tan saludable que es no fumar. Esta persona ha cambiado un
hábito y un estilo de vida de la noche a la mañana porque llegó a la conclusión
de que no puede seguir envenenando su cuerpo con tanta nicotina. Hoy esta
persona se siente mejor, se le ve más saludable y definitivamente a mejorado su
percepción olfativa, hoy huele las cosas; cuando algún fumador se le acerca el
mismo se pregunta ¿yo olía así tan mal?.
Lo
mismo ocurre con muchas personas que cambian sus hábitos alimentarios por
mejores patrones de comida, miran a su alrededor y se preguntan ¿Cómo es
posible que he vivido comiendo tan mal?..... ¿Cómo es posible haber enfermado
mi cuerpo comiendo cualquier cosa en vez de alimentos nutritivos?
PATRONES
ALIMENTARIOS
Definitivamente
el patrón alimentario más grande que tiene un niño son sus padres; siempre les
digo a los padres cuando viene con un niño al consultorio que podemos ser el
mejor modelo para nuestros hijos como también el peor de todos; y en el aspecto
alimentario pues es mucho más grave de lo que parece porque al tener un mal
modelo alimentario un niño lo estamos condenando a tener una adolescencia con
obesidad, problemas metabólicos, físicos y hasta emocionales con autoestima muy
venida a menos. Estas consecuencias se arrastrarán hacia la adultez generando
personas no solo enfermas sino con peores patrones de conducta alimentaria que
transmitirán a sus hijos. La cadena puede ser muy lamentable ya que generación
tras generación agudizará el problema y llegara a generar sociedades Enfermas
como ya estamos viendo en el Mundo, la sociedad Estadounidense es el vivo
ejemplo de ello. Hace unos días leí en un muro del Facebook: “El 80% de los norteamericanos
son Obesos…..el otro 20% está en Hollywood haciendo películas”. Es irónico pero
lamentablemente poco a poco se está convirtiendo en realidad. Nos venden
estereotipos de personas lindas y flacas cuando la realidad es otra.
RESPONSABILIDADES
Al
ser padres asumimos la responsabilidad de Educar a nuestros hijos, darles
comida, techo y condiciones de vida saludables. Los niños hoy en día saben algo
que en mis días no existía y son “Los derechos de los Niños”. Me pareció una
idea genial que un niño le diga a su padre que no fume delante de él porque lo
contamina y lo va a enfermar atentando contra su vida. Se imaginan si uno de
estos Derechos dijera:
“Tengo
derecho a que no me Engordes Papá”
Es
dramático pero real; el asumir la educación de un niño no es pagarle una
escuela y que allí vea que hace; la educación empieza en casa; y educarlo en la
alimentación con buenos hábitos alimentarios es el mejor signo de hacer lo
correcto con nuestros hijos y no esperar que el Pediatra nos de una reprimenda
por lo mal alimentados que están nuestros hijos y lo enfermos que los vamos a
hacer crecer. Es pues este el punto de inicio, esos controles periódicos al
pediatra que nos dará las pautas necesarias para saber si estamos en buen
camino o no.
REEDUCACION
Pero
qué hacer con ese adulto que ya arrastra toda una vida de malos hábitos
alimentarios; pues ser honestos con él y decirle que siempre es un buen momento
para empezar a hacer las cosas derechas, comer bien, saludable y con calidad;
este es el punto de equilibrio entre enfermar y no.
Siempre
les pongo este ejemplo a los pacientes que no entienden de que les hablo cuando
se trata de tomar conciencia y reeducarse en la alimentación y en su salud:
“Jorge
de 46 años, termina sus labores diarias
a las 6 de la tarde, se asegura de dejar sus papeles en orden y desconectar los
aparatos eléctricos en su trabajo; se dirige al estacionamiento, entra a su
auto, acomoda su asiento, se pone el cinturón de seguridad, arregla el espejo retrovisor, pone la luz de
emergencia, al salir mira a ambos lados y sigue las señales de velocidad que
hay en el camino. Cuando Jorge tenía 19 años subía a su auto completamente
ebrio después de una buena fiesta y manejaba como podía, al día siguiente ni se
acordaba como había llegado a su casa”.
Hoy
en día a Jorge no se le ocurriría ni siquiera subirse a su auto con una copa
encima y no es que tenga miedo, es que a los 19 años estaba completamente
convencido de que nada le podía pasar y era inmortal; por suerte de un par de
choques no paso, pero pudo haber perdido la vida; esa vida que hoy el valora
tanto gracias a que ha adquirido un grado “superior de conciencia”, es decir
que no puede ser tan irresponsable con su vida y manejar ebrio, muy por el
contrario él aprendió que su vida vale demasiado como para jugar con ella.
Pues
es lo mismo cuando algún paciente tan irresponsablemente conduce la
alimentación de él y su familia comiendo desordenadamente, comiendo chatarra,
siendo sedentario, abusando de los dulces y grasas y lo peor de todo es
luciendo su sobrepeso como una medalla de buena conducta; es lo mismo que
conducir ebrio ya que en cualquier momento sufrirá el accidente más grande de
su vida y pondrá en riesgo la vida de todos en casa.
Aquí
está entonces en punto de equilibrio en el ser humano, que tan consiente es de
su vida y de lo que está haciendo con ella; que tan responsable será de
cuidarse él y los suyos. Hace unos días una periodista me preguntó si solo es
cuestión de uno, “lamentablemente es cuestión de todos inclusive de que medidas
el Estado toma para frenar esta ola de obesidad que se nos viene simplemente
por malas conductas alimentarias; lamentablemente y en los medios periodísticos
solo se tocan estos temas cuando algún personaje conocido muere como
consecuencia de la diabetes o una enfermedad metabólica a raíz de sus pésimos hábitos de alimentación; el
resto de noticias ya son bien conocidas por todos, simplemente cualquier cosa”.
Reeducar
nuestro hábitos de alimentación es tocar el tema de la obesidad y el sobrepeso
con responsabilidad y no con una dieta de moda o pastillitas del Doctor X que
te estupidizan el sistema nervioso, te dan taquicardia y hacen que orines como
caballo; es más serio quizás de lo que hoy se trata de meterle en la cabeza a
las personas…………………es cuestión de Salud y de calidad de vida.
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