miércoles, 2 de mayo de 2012

reeducación alimentaria: derecho de todos


REEDUCACION ALIMENTARIA: DERECHO DE TODOS

El titulo puede sonar ofensivo para algunas personas, ya que decir que hay que reeducarlo en un tema como la alimentación es decirle que no sabe comer y que es un ignorante en el Tema nutricional y del cuidado de su salud. Sin embargo arrastramos patrones alimentarios casi siempre venido de nuestros padres y abuelos, comportamientos y conductas en este caso con nuestros alimentos que no necesariamente son los mejores o los más adecuados.

Hace unos días un paciente  me dijo que a sus 46 años iba a ser imposible cambiar algunos hábitos de su alimentación y por consiguiente sería inútil tratar de comer distinto a como lo venía haciendo casi toda su vida. Mi respuesta fue esta: Imagínate a aquella persona que ha fumado una cajetilla de cigarrillos desde los 15 años de edad y hoy a sus 50 años ha dejado de fumar; es decir que ha cambiado un hábito tan nocivo como es el fumar por algo tan saludable que es no fumar. Esta persona ha cambiado un hábito y un estilo de vida de la noche a la mañana porque llegó a la conclusión de que no puede seguir envenenando su cuerpo con tanta nicotina. Hoy esta persona se siente mejor, se le ve más saludable y definitivamente a mejorado su percepción olfativa, hoy huele las cosas; cuando algún fumador se le acerca el mismo se pregunta ¿yo olía así tan mal?.

Lo mismo ocurre con muchas personas que cambian sus hábitos alimentarios por mejores patrones de comida, miran a su alrededor y se preguntan ¿Cómo es posible que he vivido comiendo tan mal?..... ¿Cómo es posible haber enfermado mi cuerpo comiendo cualquier cosa en vez de alimentos nutritivos?

PATRONES ALIMENTARIOS

Definitivamente el patrón alimentario más grande que tiene un niño son sus padres; siempre les digo a los padres cuando viene con un niño al consultorio que podemos ser el mejor modelo para nuestros hijos como también el peor de todos; y en el aspecto alimentario pues es mucho más grave de lo que parece porque al tener un mal modelo alimentario un niño lo estamos condenando a tener una adolescencia con obesidad, problemas metabólicos, físicos y hasta emocionales con autoestima muy venida a menos. Estas consecuencias se arrastrarán hacia la adultez generando personas no solo enfermas sino con peores patrones de conducta alimentaria que transmitirán a sus hijos. La cadena puede ser muy lamentable ya que generación tras generación agudizará el problema y llegara a generar sociedades Enfermas como ya estamos viendo en el Mundo, la sociedad Estadounidense es el vivo ejemplo de ello. Hace unos días leí en un muro del Facebook: “El 80% de los norteamericanos son Obesos…..el otro 20% está en Hollywood haciendo películas”. Es irónico pero lamentablemente poco a poco se está convirtiendo en realidad. Nos venden estereotipos de personas lindas y flacas cuando la realidad es otra.

RESPONSABILIDADES

Al ser padres asumimos la responsabilidad de Educar a nuestros hijos, darles comida, techo y condiciones de vida saludables. Los niños hoy en día saben algo que en mis días no existía y son “Los derechos de los Niños”. Me pareció una idea genial que un niño le diga a su padre que no fume delante de él porque lo contamina y lo va a enfermar atentando contra su vida. Se imaginan si uno de estos Derechos dijera:

“Tengo derecho a que no me Engordes Papá”

Es dramático pero real; el asumir la educación de un niño no es pagarle una escuela y que allí vea que hace; la educación empieza en casa; y educarlo en la alimentación con buenos hábitos alimentarios es el mejor signo de hacer lo correcto con nuestros hijos y no esperar que el Pediatra nos de una reprimenda por lo mal alimentados que están nuestros hijos y lo enfermos que los vamos a hacer crecer. Es pues este el punto de inicio, esos controles periódicos al pediatra que nos dará las pautas necesarias para saber si estamos en buen camino o no.

REEDUCACION

Pero qué hacer con ese adulto que ya arrastra toda una vida de malos hábitos alimentarios; pues ser honestos con él y decirle que siempre es un buen momento para empezar a hacer las cosas derechas, comer bien, saludable y con calidad; este es el punto de equilibrio entre enfermar y no.

Siempre les pongo este ejemplo a los pacientes que no entienden de que les hablo cuando se trata de tomar conciencia y reeducarse en la alimentación y en su salud:

“Jorge de 46 años,  termina sus labores diarias a las 6 de la tarde, se asegura de dejar sus papeles en orden y desconectar los aparatos eléctricos en su trabajo; se dirige al estacionamiento, entra a su auto, acomoda su asiento, se pone el cinturón de seguridad,  arregla el espejo retrovisor, pone la luz de emergencia, al salir mira a ambos lados y sigue las señales de velocidad que hay en el camino. Cuando Jorge tenía 19 años subía a su auto completamente ebrio después de una buena fiesta y manejaba como podía, al día siguiente ni se acordaba como había llegado a su casa”.

Hoy en día a Jorge no se le ocurriría ni siquiera subirse a su auto con una copa encima y no es que tenga miedo, es que a los 19 años estaba completamente convencido de que nada le podía pasar y era inmortal; por suerte de un par de choques no paso, pero pudo haber perdido la vida; esa vida que hoy el valora tanto gracias a que ha adquirido un grado “superior de conciencia”, es decir que no puede ser tan irresponsable con su vida y manejar ebrio, muy por el contrario él aprendió que su vida vale demasiado como para jugar con ella.

Pues es lo mismo cuando algún paciente tan irresponsablemente conduce la alimentación de él y su familia comiendo desordenadamente, comiendo chatarra, siendo sedentario, abusando de los dulces y grasas y lo peor de todo es luciendo su sobrepeso como una medalla de buena conducta; es lo mismo que conducir ebrio ya que en cualquier momento sufrirá el accidente más grande de su vida y pondrá en riesgo la vida de todos en casa.

Aquí está entonces en punto de equilibrio en el ser humano, que tan consiente es de su vida y de lo que está haciendo con ella; que tan responsable será de cuidarse él y los suyos. Hace unos días una periodista me preguntó si solo es cuestión de uno, “lamentablemente es cuestión de todos inclusive de que medidas el Estado toma para frenar esta ola de obesidad que se nos viene simplemente por malas conductas alimentarias; lamentablemente y en los medios periodísticos solo se tocan estos temas cuando algún personaje conocido muere como consecuencia de la diabetes o una enfermedad metabólica a raíz  de sus pésimos hábitos de alimentación; el resto de noticias ya son bien conocidas por todos, simplemente cualquier cosa”.

Reeducar nuestro hábitos de alimentación es tocar el tema de la obesidad y el sobrepeso con responsabilidad y no con una dieta de moda o pastillitas del Doctor X que te estupidizan el sistema nervioso, te dan taquicardia y hacen que orines como caballo; es más serio quizás de lo que hoy se trata de meterle en la cabeza a las personas…………………es cuestión de Salud y de calidad de vida.